Sunday, May 8, 2016

El Aprendizaje: Sus Procesos y sus Teorías

El aprendizaje: proceso y teorías
El aprendizaje es el proceso mediante el cual la capacidad o disposición de una persona cambia como resultado de la experiencia.
Hemos descrito el aprendizaje como un proceso de cambio, no como un producto. Entre los productos de aprendizaje están los hechos, los conceptos y principios, las habilidades, las actividades y valores, es decir, conductas de diversa clase.
Considerado como proceso, sin embargo, el aprendizaje tiene varias características comunes que ocurren en todos los casos, independientemente de lo que se estudia.
Varios son los resultados del aprendizaje, según sea la variedad del mismo (Gagné, 1970). Este enfoque es semejante a la tendencia común de hablar como si los productos o la asignatura por ejemplo, el español, las matemáticas, las ciencias naturales, las ciencias sociales y el idioma extranjero, fueran el aprendizaje.
Nuestra definición de aprendizaje, indica que los productos del aprendizaje son tanto lo que uno es capaz de aprender, como la predisposición de las personas.
Hay autores que sólo hacen referencia a los cambios en el comportamiento. En efecto, la demostración de que uno hace ahora algo que no realizaba antes, es el único modo de probar objetivamente el aprendizaje.


No obstante, sabemos que no siempre alguien se desempeña porque ha aprendido o porque es capaz de hacerlo. En algunos casos, por otra parte, la actitud o predisposición de la persona restringe el desempeño.
No todo el mundo que ha tenido oportunidad de estudiar las matemáticas, ha podido en alguna vez de su vida servirse de la notación algebraica y lograr aplicar dicho conocimiento para la resolución de problemas de tiempo y de distancia.
A veces no siempre existe la oportunidad de comportarse de la manera que se demuestre la capacidad aprendida. Por ejemplo, probablemente hoy aprenderá nuevos conceptos sobre alguna asignatura determinada; pero en cambio no quedará demostrado en la notación conductual hasta que llegue la hora del examen o hasta que se halle frente a un problema que requiere el uso necesario del aprendizaje adquirido en la asignatura mencionada.
Por lo tanto, se puede mencionar, que el aprendizaje es central dentro del individuo, pero no siempre se logra observar como una manifestación a través de la conducta de una persona.
En fin, no todo cambio de la capacidad o la predisposición pasa por el aprendizaje, ni siquiera todo cambio que es el resultado de alguna experiencia. Hay cambios en la persona que provienen de su madurez (biológica), de su crecimiento o su robustez que no pasan por el aprendizaje.
Muchos de tales cambios son producto de la genética, es decir, de la herencia y del aprendizaje conjuntamente.
Los cambios en la capacidad que tienen que ver con la experiencia en un sentido, pero que no se considera como aprendizajes, son los que se deben al ejercicio, fatiga, exposición, privación, condescendencia, empleo de drogas, etcétera.
Debido a tales posibilidades, hay psicólogos que prefieren una definición de aprendizaje donde se especifiquen los cambios como resultado del entrenamiento, la instrucción o de la práctica.
Práctica reforzada se puede entender aquí como aquella que reporta consecuencias satisfactorias. Los ejemplos más claros de aprendizaje son los que se refieren a prácticas deliberadas o a la instrucción. Aunque existen explicaciones teóricas en el aprendizaje, donde se subraya la repetición y el reforzamiento como condiciones necesarias para el mismo.
Los elementos del aprendizaje
Los ejemplos de aprendizaje, como se puede apreciar, difiere en algunas veces, ya que depende desde que teorías del aprendizaje se analice. No obstante, a ello, cada uno tiene tres elementos básicos que es importante describir:
1)   El que aprende.
2)   El estímulo o la situación estimular.
3)   La respuesta.

En la investigación o manejo del aprendizaje entran las variables, esto es, las características de aquellos elementos que se pueden alterar. Por lo que es necesario a continuación definir brevemente los elementos del aprendizaje con el fin de esclarecer los términos que emplearemos para lograr la comprensión del contenido.
Estímulo es un objeto o evento del ambiente del cual se aprende que éste influye en los órganos sensoriales del individuo. Cuando se trata de más de un estímulo, esto es, de estímulos que tienen lugar más o menos por el mismo tiempo, se denominan colectivamente como situación estimular.
Los órganos sensoriales del que aprende transmiten impulsos nerviosos al sistema central. Aquí, los impulsos nerviosos se interpretan y se transforman en respuestas nerviosas o musculares.
Es evidente que resulta imposible a simple vista, observar las porciones internas de este proceso. Lo que estamos describiendo es el modo en que se supone reacciona ante un estímulo un ser vivo quién está aprendiendo.
La respuesta es simplemente, la actividad nerviosa, sea mental o muscular, del que aprende y es el resultado de la estimulación. Como es difícil de observar cuál es la naturaleza precisa de toda actividad nerviosa y muscular, solemos más bien referirnos a los efectos de tal actividad que denominamos desempeño.


El aprendizaje por lo general se deduce de la observación de un desempeño, como consecuencia de  una situación estimular. Los movimientos precisos de los órganos de la fonación que resultan en la pronunciación de una nueva palabra no se ven ni se observan con facilidad a simple vista, por ejemplo, pero el efecto o desempeño, esto es, el sonido de la palabra, sí son observables.
Ahora consideraremos las relaciones de estímulo, educando y respuesta en las diversas fases del aprendizaje que tienen implicaciones importantes para la instrucción escolar.
Las fases del aprendizaje
Existe una secuencia de acontecimientos en todo aprendizaje. Cualquier ejemplo de aprendizaje se puede considerar de acuerdo con cinco fases o estadios: (1) atención, (2) percepción, (3) adquisición, (4) retención y (5) transferencia.
La interacción del que aprende con los estímulos del ambiente de cada estadio es algo diferente, además de que existen diferencias en las explicaciones teóricas del aprendizaje, en parte debido a que los diversos teóricos del aprendizaje se ha concentrado en algunas fases del proceso, pasando por alto otras.
Para manejar la instrucción escolar es útil y necesario tener una visión más amplia. También ayuda a mantener una perspectiva con respecto a las contribuciones de los psicólogos de diversa orientación teórica, el percatarse de las implicaciones de la importancia de cada estadio.

La atención
Como fase inicial del aprendizaje, la atención se puede considerar como un dispositivo necesario y preparatorio como una disponibilidad a recibir ciertos estímulos y no otros; que a veces se puede comprobar observando qué mira el que aprende o qué está escuchando.
Un niño está observando un juego de basket-ball por la ventana y no oye la pregunta que le hacen de Historia. Una jovencita parece estar concentrada viendo los vestidos de otra, el peinado o su arreglo; entonces se pierde la solución fascinante (para el que enseña) de un problema de Geometría.
Como puede apreciarse en el ejemplo anterior, ninguno de los dos ha empezado el proceso de aprendizaje como debería, por un dispositivo apropiado de la atención.
Entonces debemos de considerar en toda instrucción que el proceso de aprendizaje inicie debidamente con la atención, ya que esto prepara a los que aprenden para la fase siguiente que es la percepción del aprendizaje.
La percepción
En esta fase del aprendizaje se registra la estrada a los sentidos y se añade el significado. El resultado, esto es, lo que se percibe, depende en parte del aprendizaje anterior, y en parte de los estímulos o fracciones de situaciones estimulares a que uno está atendiendo.


El alumno que ha aprendido a identificar las “partes de una flor”, por ejemplo, sigue percibiendo ésta de manera diferente según las ocasiones. En su clase de botánica atenderá a los pétalos, sépalos, a los pistilos y a los estambres, porque su atención se dirige a todas estos elementos o partes del objeto de estudio; en la clase de arte atenderá a la misma flor con una entidad, que presenta belleza y colores agradables a la vista que la hacen hermosa.
Como puede verse, la percepción no consiste sólo en registrar y diferenciar la información del ambiente. Con frecuencia consiste en una interrelación compleja de información del aprendizaje anterior (experiencia previa). Es posible hacer una combinación de cierta cantidad de nuevo conocimiento, con lo que ya se sabe o se cree, conformando una visión de situaciones y acontecimientos.
Esto explica por qué los testigos en casos judiciales suelen dar relatos diversos del mismo incidente. Si todos observarán al mismo objeto, cada uno empleará su información interna (experiencias pasadas) distinta para completar la percepción, de donde resulta que los elementos observados y los insertados se vuelven casi inseparables.
Por otra parte, debemos de reconocer que la percepción de un alumno tiene de determinada situación posee también componentes afectivos. Así, una clase de ortografía puede ser un juego divertido para un niño, mientras que para otro equivaldrá a pasar por el aro de fuego.


Los maestros, al tratar de la fase del aprendizaje, deben considerar a dónde ha llegado el alumno. Las preguntas  que se hacen serán: ¿Puede efectuar las distinciones necesarias? ¿Presta atención a lo que hace, dice y a cómo lo hace? ¿Capta las características del objeto de estudio y de la situación? ¿Considera la actividad agradable y atrayente, es decir, carece de interés o le causa temor?
La adquisición
En esta fase del aprendizaje se necesita de nueva capacidad o disponibilidad. Antes no se podía (o no se estaba en disposición) de dar alguna respuesta a un estímulo percibido; ahora se puede (o se está en disposición de hacerlo).
Aunque el lugar que ocupa la fase de la adquisición en el aprendizaje, conceptualmente está claro, resulta difícil separar esta fase de la que le precede, la perceptiva. Algunos psicólogos opinan que la percepción comporta también ver cómo lograr la meta que uno se ha propuesto.
Con esta intuición se dice que en lo esencial se ha completado el aprendizaje. Se tiene un conocimiento nuevo del modo de responder a una situación.
Organizaremos la información y la teoría, para uso de los profesores, empleando las opiniones de teóricos que comparten este punto de vista, pero también de los teóricos del estímulo-respuesta o E-R, quienes creen que la respuesta es parte esencial del aprendizaje.
En la teoría E-R, las consecuencias de las respuestas que uno da son factores críticos para saber qué es lo que se adquiere, es decir, qué es lo que se aprende.
La retención
Lo que se ha aprendido no se puede ni demostrar ni utilizar, al menos que se retenga durante un breve período de tiempo por lo menos. Cualquier cambio en la capacidad o disposición del que aprende sería trivial si no durara nada, en caso de que esto se pudiera dar, y no merecería mayor consideración.
Los productos del aprendizaje que interesan a psicólogos y educadores se pueden revocar o reclamar para su empleo durante un breve espacio de tiempo. Hay pruebas de que existen dos clase de retención: la retención a corto plazo y la retención a largo plazo.
La retención a corto plazo queda demostrada cuando mantenemos la información (el tema de estudio de una asignatura determinada) durante el tiempo suficiente para que nos sirva de uso inmediato. Por ejemplo, rememoramos un número telefónico, una dirección, las instrucciones para ensamblar un juguete, o conocimientos semejantes, sólo el tiempo necesario para su empleo.
La memoria a corto plazo funciona en la percepción cuando mantenemos informaciones acerca de la situación estimular el tiempo suficiente para completar la inspección.
Cuando los productos del aprendizaje persisten más allá de la ocasión inmediata de su uso, desde unos cuantos minutos a toda la vida, tienen lugar la retención a largo plazo.
Es evidente que en la educación se busca la retención a largo plazo, aunque algunas veces diferenciamos entre lo que se tiene que retener sólo durante el tiempo suficiente para facilitar el aprendizaje posterior y lo que se necesita retener de una manera permanente.
Poco se sabe acerca de la fisiología de la retención, pero existen pruebas confiables de que para mejorar la retención, hay que prestar  más atención a lo que se aprende, pero ante todo, cómo o a través de qué método o estrategias de aprendizaje se hace llegar el contenido del objeto de estudio.
Así mismo también, cómo se organiza este aprendizaje, a la distribución y la práctica o repaso de reforzamiento, y a lo que se aprende antes y después, es decir, que experiencias previas existen sobre el objeto de estudio, y cómo, cuándo y en qué se va aplicar la información nueva o el conocimiento del objeto de enseñanza en la vida cotidiana.

La transferencia
Los conatos educativos tratan de transportar un desempeño, tema, curso o nivel, de un grado a otro, de la escuela a las situaciones de la vida cotidiana.
Cuando el aprendizaje en una situación dada nos auxilia (o nos impide) el dominio de otra situación diferente, la transferencia se dice que ha ocurrido.
Lógicamente, ésta no puede ocurrir a menos que halle una permanencia en lo que se refiere al aprendizaje inicial; de aquí que transferencia y retención sean fenómenos estrechamente relacionados.
En las cuestiones teóricas referentes a la permanencia del aprendizaje, cuando se habla de retención se alude a la reproducción posterior de los productos del aprendizaje en situaciones exactamente iguales a aquellas en que se produjo el aprendizaje original, mientras que la transferencia se refiere a los efectos del aprendizaje en las diversas situaciones.
Sin embargo, no hay dos situaciones que sean exactamente iguales, por lo que cualquier demostración de la retención implica transferencia en un grado u otro.
En cuestiones referentes a la retención y a la transferencia del aprendizaje académico, hay que hacer una distinción importante entre el meramente reproducir algo aprendido con anterioridad y el empleo de los productos del aprendizaje.

Se requiere la retención, pero poca transferencia, cuando alguien tiene que recordar conocimientos de este estilo.
a)   Dar una fórmula de la aceleración debido a la gravedad.
b)   Enlistar nos nombres de los premios nobel en física y química de los últimos diez años.
c)   Mencionar los pasos que se requieren para preparar un portaobjetos de un microscopio.
d)   Manejar el compás y el transportador para dibujar figuras geométricas como se ha hecho en las clases de geometría.
e)   Mostrar cuáles son las partes de un cuento y su estructura.
Por el contrario, ha de ocurrir retención y transferencia de importancia y significante, cuando los que aprenden (alumnos) han de aplicar el conocimiento recibido a nuevas tareas, así también, como a la resolución de problemas que se le presenten en la vida cotidiana.
El niño que acaba de aprender el concepto de dilema, lo podrá usar para clasificar una situación en que él desea obtener mejores calificaciones, pero sus amigos lo molestarán sí lo intenta.
El boyscout (guía) que ha aprendido que para la combustión, se requiere oxígeno, dispondrá el papel y las astillas de manera, que se cree una corriente de aire para encender el fuego.
  
En un ejemplo con mayor grado de dificultad, como en el de saber o determinar aproximadamente cuánto tiempo tardará un objeto pesado que es arrojado desde un avión en vuelo a una altura de 900 metros, cuando dicha aeronave tiene una velocidad de crucero de 350 km/hr. El alumno en este problema debe de recordar la fórmula de caída libre de los cuerpos y el valor de la gravedad que afecta al cuerpo que cae.
La conclusión a la que llegará el alumno está en función de los datos con los que cuenta, y las operaciones que son necesarias efectuar para encontrar la respuesta. Pero recordemos, que si alguien intenta resolver este problema sin conocimientos previos, tardará más en encontrar la respuesta, o en el caso último no podrá llegar a la solución apropiada.

La psicología de Aprendizaje del enfoque Constructivista

La idea de un enfoque constructivista en el aprendizaje y en el currículum ha entrado con una fuerza de empuje en América Latina, como es en el caso de México. Se pueden encontrar muy diversas publicaciones acerca del constructivismo por parte de las diferentes universidades y casas editoras, por otro lado algunos países de habla hispana plantean que su currículo es o debe ser con enfoque constructivista. Y es así como en los diferentes centros de educación hay diversos especialistas que se identifican como partidarios del constructivismo.
Pero hagamos un retroceso en el tiempo y en la historia de la educación, para identificar en qué lugar y cuándo por primera vez se utiliza el término constructivista, este enfoque surge de la reforma curricular de España (Ministerio de Educación, 1989) y los trabajos de Coll (1985, 1989), asimismo de las ideas de Piaget (1978).
Hay algunos autores que sugieren que el constructivismo es una forma tal vez de una extensión del boom Cognoscitivista, y que se puede allí buscar los lineamientos que ayuden a entender con mayor amplitud las características del enfoque constructivista.
Muchos de los conceptos que subyacen el movimiento constructivista tienen historias largas y distinguidas, apreciables en las obras de Baldwin, Dewey, Piaget, Vygotsky y Bruner, y así como otros importantes investigadores y teóricos en investigación educativa.

 Las metodologías y enfoques del constructivismo actualmente, incluyen lenguaje total, enseñanza de estrategias cognitivas, enseñanza cognitivamente guiada, enseñanza apoyada (scaffolded), enseñanza basada en alfabetización (literacy based), descubrimiento dirigido, y otras.
El planeamiento que utiliza como base el enfoque constructivista, es que el estudiante es una construcción propia que se va produciendo como resultado de la interacción de sus disposiciones internas y el medio ambiente, y por lo tanto, su conocimiento no es una copia o representación de la realidad como lo mencionaba John Locke, David Hume y Emmanuel Kant, sino una construcción que hace la persona misma al estar en contacto con el medio ambiente a través de los órganos sensoriales y utilizando al pensamiento y al lenguaje como mediador entre el mundo exterior (físico o de los objetos) y el mundo interior del sujeto.
Esta construcción del conocimiento resulta de la representación inicial de la información y de la actividad, externa o interna, que desarrollamos al respecto.
Por lo tanto, el aprendizaje, significa que no es un asunto sencillo de transmisión, internalización y acumulación de ciertos saberes, sino que es un proceso activo el cual requiere la participación directa y profunda del alumno para que este logre ensamblar, extender, restaurar e interpretar la información que recibe a través de sus órganos sectoriales producto del medio ambiente y de las actividades que realiza.
Por lo tanto, el alumno debe de aprender cómo se ha de construir el conocimiento desde los recursos de la experiencia y la información que recibe durante las actividades cotidianas en su medio ambiente.
Ninguna experiencia declara su importancia significativa, sino que es la persona o el aprendiz quien debe de ensamblar, organizar y extrapolar los significados que encuentre en la información. Por lo tanto, para que se pueda lograr un aprendizaje eficaz, se requiere que los alumnos operen activamente en la manipulación de la información, a través de las acciones de pensar y actuar sobre la información, para revisar, expandir y asimilar lo aprendido. Este es un aspecto en el cual Piaget hace mucho énfasis para la adquisición de aprendizajes y en la construcción de conocimientos significativos.
La enseñanza de destrezas discretas en secuencia lineal es rechazada por los seguidores del constructivismo, así también como la idea de que el éxito en destrezas básicas sea un requisito para el aprendizajes mayores y el desarrollo de pensamiento de más alto orden.
Los constructivistas perciben el aprendizaje como una actividad socialmente situada y aumentada, en contextos funcionales, significativos y auténticos. Para ello se requiere que los profesores en las instituciones educativas ayuden al desempeño del alumno en la construcción del conocimiento, pero no proveen información en forma explícita. De cualquier forma, existen diversas ideas y planteamientos que permiten tener una idea acerca de lo que significa “ayudar al desempeño y construcción de conocimientos”.
En ningún momento debemos de sucumbir a la idea de pensar que el aprendizaje es idealmente alguna forma de descubrimiento auto-guiado. A menudo los alumnos se involucran en la construcción efectiva de conocimientos dentro de ambientes relativamente didácticos.
El alumno construye estructuras cognitivas a través de la interacción con su medio ambiente y los procesos de aprendizaje, es decir, las formas de organizar la información, las cuales facilitan mucho el aprendizaje futuro, y por lo tanto, psicólogos educativos, los diseñadores de currículum y de materiales didácticos como son: libros, guías, programas de software educativo, etc., y los profesores deben hacer todo lo posible para estimular el desarrollo de las estructuras cognitivas de los estudiantes.
Como bien se sabe, generalmente, las estructuras cognitivas de los estudiantes están compuestas de esquemas, representaciones de una situación concreta o de un concepto lo que permite sean manejados internamente para enfrentarse a situaciones iguales o parecidas a la realidad.


Referencias bibliográficas
Philippe Perrenoud (2004). Diez nuevas competencias para enseñar, México, SEP, (Biblioteca para la actualización del maestro).
Darling-Hammond (2002). El derecho de aprender. Crear buenas escuelas para todos, México, SEP.
“Perfil de egreso de la educación básica” en Plan de estudios 2006. Educación básica. Secundaria.
Reforma integral de la educación secundaria. Documento base. Subsecretaria de educación básica y normal, Noviembre, 2002.
Simone Rychen, Dominique, et, al. Definir y seleccionar las competencias fundamentales para la vida. Fondo de Cultura Económica, México, 2004.
OCDE. La definición y selección de competencias clave. Resumen ejecutivo, 2005.
SEP. Educación básica, Secundaria. Plan de estudios 2006, México, 2006.
Alianza por la calidad de la educación. “Aprender a enseñar en la sociedad del conocimiento” de Carlos Marcelo. Universidad de Sevilla. España.

Palabras clave
Proceso educativo, práctica docente, competencias, capacidades, habilidades, actitud, valores.


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